Manzana roja tentaste a mis sentidos.
Por fuera te soñé perfecta, mas no creí terminar
ese sueño en una pesadilla, en el centro de tu corazón,
un nido infinito de gusanos.
Desde mi inocencia la fruta llamaba, el veneno no
tardó en hacerme ahogar, secando mis labios logré
entender tu mas retorcido plan.
Ya era tarde, el veneno plasmaba en mi cuerpo
tu nombre, en mi alma soledad, riendo te alejas
ya no distingo tu ser, todo se vuelve oscuro
no tengo esa luz, que me decía por donde correr.
A medida que tu te vas todo se va tornando
blanco y negro, las aves no cantan, los ríos
no están.
Siento que nuevamente vuelvo a caer en esa
fosa oscura que me aterra, donde la única
respuesta es mi eco, que repite y repite
venime a buscar.
¿Que gracia tiene tenerme encerrado en estas
rejas, con tus demas trofeos de cazería
sin tener con quien hablar?.
Creo, reina, que soy una de las bestias más fieles,
me deberías aprovechar. Sabiendo que jamás te
he de traicionar, y que de mí nunca una queja
recibirás.
Reina de mi reino, yo te coroné, te di
facultades extraordinarias y las usaste
para mal, creo que es hora de que me
dejes descansar, y que mi nombre nunca
vuelvas a mencionar.
Mi Reina, una bestia como yo, jamás volverás a cazar.